martes, 15 de diciembre de 2020

Pensamiento de Babel

 


Todo pasa dentro de ti,

y afuera nada sucede:

no hay afuera,

sólo un laberinto interminable

de ideas y palabras

donde te extravías,

invadido, cegado

por el vértigo de las inmensas posibilidades,

de tantos pensamientos

que impiden en absoluto pensar.

 


sábado, 12 de diciembre de 2020

Mejor a los locos

 


No preguntes nunca a los cuerdos

sobre la vida. En estos asuntos,

los locos tienen más experiencia.

Los cuerdos viven sensatamente,

que es como nunca haber vivido. 

 


jueves, 10 de diciembre de 2020

La felicidad del mundo

 


Mis manos cubren continentes.

Walt Whitman.

 

Una vida de suelas gastadas,

de polvo en los caminos,

de viajes sin llegada,

atento a cada señal,

mirando en lo que oyes,

escuchando en lo que ves,

tejiendo toda una constelación

de ideas y emociones,

de imágenes y palabras,

como si tu poesía fuera,

en realidad, la felicidad del mundo.

 


martes, 8 de diciembre de 2020

Tantos años que llueve

 


Llueve a cántaros

llueve

tantos años

que llueve.

Idea Vilariño.

 

Como si en el gesto

de encogerte de hombros

estuviera concentrada

tu biografía entera,

dejar pasar los días

varado en la costumbre

de contemplar cómo cae

melancólicamente la lluvia

sobre los tejados de la ciudad.

 


domingo, 6 de diciembre de 2020

Soledad de soledades

 


En una noche tan fría

como ésta, en algún bar

desangelado y sombrío,

uno ve a tantos solos

haciéndose compañía…

Como si las soledades de bar

se llevaran mejor

que los silencios de casa vacía.

 


jueves, 3 de diciembre de 2020

Nadies

 


Yo dejo

yo desisto

yo quisiera morirme

yo yo yo

yo.

Qué es eso.

Idea Vilariño.

 

Cada rostro, cada ser se aproxima

hacia el absoluto no-ser

de una totalidad sin rostro.

Por distintos caminos

somos el mismo nombre,

el mismo destino sin nombre:

ríos solitarios en busca del mar de todos.

 


martes, 1 de diciembre de 2020

La noche del mar

 


¿Ya es mañana?

Ivan Krastev.

 

Los últimos días se acercan rápidamente,

cada vez a más velocidad,

como una puerta tras la que se encuentra la oscuridad.

Esa tiniebla alimenta el mismo sueño

que la noche del mar:

te invita a cruzar su línea de sombra

y abandonarte al silencio de sus olas,

el mismo del que viniste

y al que inexorablemente volverás.