Quien ha contemplado con sus ojos la
belleza
está ya consagrado a la muerte.
August Von Platen.
Y cruzas la frontera
a partir de la cual, consciente
de la sombra que la muerte
proyecta sobre ti, vuelves
al origen de todo, a la raíz
de las primeras palabras,
avanzando sin desmayo
hacia tu propia destrucción.