El único argumento inapelable para la
desesperación es sabernos solos en el interior del monstruo infinito del
universo, de igual manera en que el único argumento convincente para el
consuelo es nuestra capacidad para transformar al monstruo en una obra maestra
de deslumbrante belleza.
Rafael Argullol.
Del miedo de un hombre solo
ante la inmensidad del universo
nace uno de esos momentos
en los que el cielo se rasga,
igual que al parpadear un relámpago,
y todo por un instante se ilumina:
es la belleza del poema
como metáfora deslumbrante
de la inconmensurable belleza del
universo,
que nos parecería terrorífico
si, al cabo, no nos pareciera también
maravilloso.
|