martes, 19 de diciembre de 2017
lunes, 4 de diciembre de 2017
Polvo el polvo
Borraré
la acumulación del pasado.
Haré polvo la
historia, polvo el polvo.
Jorge Luis Borges.
Qué lento se camina con tanta
impedimenta,
llevando a cuestas la
acumulación del pasado;
tanto que diría que no avanzo,
que voy con mis huellas
sembrando el surco
donde habré de dejar mis huesos
en la tierra,
todo este bagaje que me hace
polvo,
que me mata o va dejándome ya
de estar, en vida, muerto.
lunes, 20 de noviembre de 2017
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Escribo poesía porque la amo,
por eso escribo todos los días,
porque del amor no se descansa:
siempre quedan versos por dar,
besos que decir, y si no escribo
estoy renovando el deseo de perderme
en la piel de un nuevo poema.
por eso escribo todos los días,
porque del amor no se descansa:
siempre quedan versos por dar,
besos que decir, y si no escribo
estoy renovando el deseo de perderme
en la piel de un nuevo poema.
viernes, 17 de noviembre de 2017
Enamorado
Hoy me he levantado dispuesto
a no pensar sino en mí;
a dejar de huirme,
como el que sabe que soy mi único compañero;
a apagar la luz y los ruidos,
cerrar las ventanas al mundo
y darme el privilegio de ser yo todo,
el propio mundo. Y así,
en la quietud vertiginosa de mi silencio,
hundido a solas en mis solos dominios,
pasear, atemporal, buscando mi sabor más exclusivo,
mi aroma más mío, aspirándolo
a ojos cerrados, colmado y redimido,
ebrio de mi misma mismidad,
entrañablemente enamorado de mí mismo.
domingo, 29 de octubre de 2017
No necesitar nada
Deseamos tanto que colapsamos,
inconscientes de nuestras limitaciones.
A todos nos gustaría abarcar todo,
pero podemos bien poco.
La evidencia abruma y deprime:
no somos dioses, sino humanos.
Pero el problema de nuestra infelicidad
no es lo escaso que podemos lograr,
sino que no logremos lo único
que en verdad podemos conseguir:
desear sólo ser lo que ya somos,
tener lo que tenemos.
Es la querencia más sofisticada
y la que más nos acercaría al olimpo:
no necesitar nada como libertad más absoluta.
miércoles, 11 de octubre de 2017
Las señales del cambio
Un cielo que no sonríe
y en el aire una tristeza prolijamente imprecisa.
Una racha de viento rompe el eje de algo
y sientes la extrañeza
de una inminente intemperie sin remedio.
Es septiembre, sí,
pero percibes en las señales del cambio
otra alteración más decisiva,
el aviso de otro otoño que llega:
el de tu vida.
lunes, 18 de septiembre de 2017
Aunque muerto, vivo aún
Que mi
abuelo esté vivo,
bien
pensado,
es una
cosa de locos.
Agitar el
corazón
todos los
días,
casi cien
veces por minuto,
durante
99 años,
es haber
vivido
muchas
veces mucho.
Le miro y
ahí le veo,
cada vez
más impreciso y vacilante,
al borde
de un precipicio
con
vistas sólo a la muerte,
aparcado
en una residencia
como un
objeto roto
en el
desván de lo inservible.
Se va
marchando
con
ademanes de animal muy viejo y cansado;
mas vivo
aún,
pues su
corazón sigue latiendo
como un
pájaro agonizante
en la
mano de Dios.
lunes, 28 de agosto de 2017
Vivo del hambre
Es difícil no morir de inanición
alimentado sólo de sueños.
Mas ¿a qué no se acostumbra el hombre
con algo de perseverancia?
Vivo del hambre que hiende mis entrañas
y nunca cesa, pero a veces
libo mi propia pervivencia
del vacío de otra alma que me ofrece sus ojos
y me llevan hasta el mar, hasta amar.
lunes, 7 de agosto de 2017
Como una estrella fugaz
Puede tratarse de una boda,
de aquel viaje que siempre quisimos hacer,
de un concierto que llevamos mucho aguardando.
Acercarse al instante que uno ha esperado
durante tanto tiempo
es una emoción llena de intriga,
como quien avanza en la hondura de una cueva
al fondo de la cual se encuentran pinturas sagradas.
La proximidad y la espera forman ya parte del hallazgo,
le agregan la tensión de lo anhelado.
Mas el hecho sucede apenas sin darnos cuenta:
fulgura, casi deslumbrador,
pero todo sin detenerse; y luego pasa,
se aleja para siempre, dejándonos en la sombra
de lo que de forma tan breve ardió.
E igual que lo habíamos visto venir de lejos,
ahora nos da la espalda y lo vemos marcharse
con ese desasosiego de no saber cómo es posible
que duren tan poco las estrellas fugaces.
lunes, 17 de julio de 2017
Flor intacta
El azar es una divinidad
que siempre ha tenido mala fama:
la llamamos, despectivamente, caprichosa.
Sin embargo, es probable
que tenga sus propias leyes;
lo que pasa es que nadie las conoce,
así que todo nos pilla por sorpresa.
Y qué bueno es que así sea,
que vivamos por desconocimiento,
al albur de un futuro ignorado
y bello como una flor que se resiste
a ser deshojada a destiempo.
martes, 27 de junio de 2017
Escribir
Mientras paseo, me alimento, converso o leo,
entretanto cualquier cosa que hago,
la poesía me ronda exigiendo nuevos versos,
el trazado de unas líneas que cobren sentido
en un papel, sea el que sea.
A cada momento, un pensamiento
me atraviesa con la eficacia de una taladradora,
cuya broca no para de entrar en mis sienes.
¡Qué decir del instante
en que buscando las palabras el poema me encuentra!,
como cuando superas la escarpada ladera y ves el mar:
pulsa todo el aire con su luz y talla el mundo,
igual que un profesor rasga la oscuridad con tizas blancas.
Escribir es una carga
y el modo en que se extienden mis alas;
volar, viendo por encima de mí mismo;
inventar un nuevo sueño e inaugurar otra obsesión.
miércoles, 7 de junio de 2017
Una manera de mirar
Sólo el paso de los años
nos enseña una manera de mirar el mundo
que lo absuelve y nos conduce en él
por un camino desahogado.
Se requiere que el tiempo sepulte
la impaciencia de la juventud
para ver en la aparente insustancialidad de las cosas
una arquitectura mágica de detalles
a los que no se busca explicación.
Envejecer trae un consuelo de piedad,
una entrañable simpatía por cada porción
exigua del milagro de existir el mundo.
En la simple transparencia del agua,
el verdor de la hierba o la irisación de algunas nubes,
sorprendemos una paz orfebre
en que todo es poca cosa y nada más se necesita.
viernes, 19 de mayo de 2017
Quimera
No era posible que existiera…, pensé.
No que no existiera la belleza,
pero es que son tan pocas las que oprimen
como una mano en la garganta…
Fue una aparición tan magnetizadora
que todos nos sentimos extraños:
una mujer, contoneando sus curvas,
entró en el ascensor
a la manera que un ángel entra en los sueños.
Imantados en su campo de atracción,
nadie podía sustraerse de mirarla.
Horizonte y frontera de otra realidad,
horadó con su hermosura
todo el ruido de nuestras conversaciones.
Y, en medio del silencio, de repente,
inopinadamente (¿quién podía esperarse algo así?),
expelió una ventosidad
que hizo añicos la quimera.
En verdad, no era posible que existiera…
domingo, 26 de marzo de 2017
Playa de otoño
Un verano fugaz
que sólo duró hasta septiembre.
No lo vimos llegar
y pasó sin despedirse.
Nos lo debimos beber
de un sorbo.
Y supongo que fue parecido
a tantos otros,
con un sol imperioso
llenando las playas de gente,
la inmovilidad de los días
(días de luz extensa)
bajo su tiranía de calor,
alguna que otra tormenta
palideciendo la alegría de los bañistas,
tardes de agradable melancolía
y noches de ensueño…
Escribo estas letras desde una playa vacía,
abandonada ya
a la suerte del otoño;
una playa que tiene algo de cine clausurado,
en el que ya se proyectaron
las escenas aquí rodadas.
viernes, 20 de enero de 2017
La sutileza de las cosas
Qué sutileza tan precisa
la de todas las cosas de este mundo,
admirables y manifiestas en lo que son,
vestidas con su traje de ser lo que aparentan,
y que nosotros imaginamos más complejas.
Canta la vida en su desnudez de ser vida,
y yo me asomo a la diversidad
de sus maneras de existir, a la pluralidad
de todas sus formas, colores, texturas,
olores, sonidos, sabores…
Me embriago con su exacta exuberancia,
jardín de las emociones sutiles, tan precisas
como la sutileza de todas las cosas de este mundo,
que se descubren ahora tan cercanas,
casi íntimas, y asombran
por la sencillez de su verdad.
miércoles, 4 de enero de 2017
Festejemos la vida
Para disfrutar la vida hay que saberse
una excepción, advertir el privilegio
de estar en ella. Si te llenas de silencio
para escuchar más lejos y te das a luz
a cada instante, si abres el libro de lo nunca visto
siempre por la primera página y dejas entornada
la puerta de lo que está por suceder,
si eres capaz de vivir cada día una vida:
entonces, y sólo entonces,
cada momento te encontrará en sazón,
cada insignificancia será un hallazgo,
cada cosa la encontrarás en su culmen,
cada instante estará en su cenit.
Eduquemos nuestra pupila
para ver el mundo en cada minucia.
Que en cada minucia celebremos el mundo,
en continuo éxtasis terrenal de lo divino.
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