Lo necesario es tener tan solo
desconocimiento
y nada más. Walter Benjamin.
La suave brisa
que se lleva todas las preocupaciones
y todos los miedos,
la respuesta que encuentras
despojado de preguntas,
dulcemente dejando
que el azar decida por ti.
Lo necesario es tener tan solo
desconocimiento
y nada más. Walter Benjamin.
La suave brisa
que se lleva todas las preocupaciones
y todos los miedos,
la respuesta que encuentras
despojado de preguntas,
dulcemente dejando
que el azar decida por ti.
“La capacidad negativa”, es decir, la
virtud
que puede tener un hombre de
encontrarse sumergido
en incertidumbres, misterios y dudas
sin sentirse irritado por conocer las
razones ni los hechos.
John Keats.
Es irresistiblemente peligroso
merodear por ahí cuando se hace de
noche.
Una vez te adentras en semejante
territorio
resulta muy complicado abandonarlo.
A cambio, la sombra del abismo
te inmuniza contra el miedo y el
vértigo,
como si la maniobra de caminar por la
cornisa
representara acaso el camino más
seguro.
La felicidad es un imposible
necesario.
Julián Marías.
Inventar un modo de leer
lo que escribe la realidad,
de leerlo y luego reescribirlo.
Porque la felicidad es un imposible
necesario,
palpita una enorme irracionalidad
y un enorme deleite en una vida
que no se vive, que se sueña.
La casa es el refugio
frente a la intemperie.
Pero es la intemperie
la que hace el refugio.
Salimos para poder volver,
para sentirnos a salvo de nuevo.
Un loco no es sino las ideas
corrientes de un hombre
bien encerradas en una cabeza.
Viaje al fin de la noche;
Louis-Ferdinand Céline.
La identidad:
ese espejismo que mutila el yo.
Un hombre es muchos hombres:
nacemos siendo otros…
Escribir es poder serlos.
Escribir es la única manera
de no volverte loco.
Todo pasa dentro de ti,
y afuera nada sucede:
no hay afuera,
sólo un laberinto interminable
de ideas y palabras
donde te extravías,
invadido, cegado
por el vértigo de las inmensas
posibilidades,
de tantos pensamientos
que impiden en absoluto pensar.
No preguntes nunca a los cuerdos
sobre la vida. En estos asuntos,
los locos tienen más experiencia.
Los cuerdos viven sensatamente,
que es como nunca haber vivido.
Mis manos cubren continentes.
Walt Whitman.
Una vida de suelas gastadas,
de polvo en los caminos,
de viajes sin llegada,
atento a cada señal,
mirando en lo que oyes,
escuchando en lo que ves,
tejiendo toda una constelación
de ideas y emociones,
de imágenes y palabras,
como si tu poesía fuera,
en realidad, la felicidad del mundo.
Llueve a cántaros
llueve
tantos años
que llueve.
Idea Vilariño.
Como si en el gesto
de encogerte de hombros
estuviera concentrada
tu biografía entera,
dejar pasar los días
varado en la costumbre
de contemplar cómo cae
melancólicamente la lluvia
sobre los tejados de la ciudad.
En una noche tan fría
como ésta, en algún bar
desangelado y sombrío,
uno ve a tantos solos
haciéndose compañía…
Como si las soledades de bar
se llevaran mejor
que los silencios de casa vacía.
Yo dejo
yo desisto
yo quisiera morirme
yo yo yo
yo.
Qué es eso.
Idea Vilariño.
Cada rostro, cada ser se aproxima
hacia el absoluto no-ser
de una totalidad sin rostro.
Por distintos caminos
somos el mismo nombre,
el mismo destino sin nombre:
ríos solitarios en busca del mar de
todos.
¿Ya es mañana?
Ivan Krastev.
Los últimos días se acercan
rápidamente,
cada vez a más velocidad,
como una puerta tras la que se
encuentra la oscuridad.
Esa tiniebla alimenta el mismo sueño
que la noche del mar:
te invita a cruzar su línea de sombra
y abandonarte al silencio de sus
olas,
el mismo del que viniste
y al que inexorablemente volverás.